2023: El gran resurgir de los relojes pequeños
Exploramos la tendencia creciente hacia relojes de menor tamaño en 2023, analizando cómo las preferencias estéticas y funcionales están remodelando el mercado, trayendo el péndulo de vuelta desde los gigantescos relojes de comienzo de siglo. Descubre cómo esta corriente está revolucionando no sólo el diseño, sino también la experiencia de llevar un reloj de lujo.
Historia y contexto
La historia de los relojes es una crónica de innovación y estilo. Iniciando con el reloj de péndulo en 1656, su evolución llevó al desarrollo del reloj de bolsillo en 1675, y más tarde, al reloj de pulsera, inicialmente un artículo de lujo para mujeres en el siglo XIX. La practicidad impulsó su popularidad entre los hombres, culminando en el icónico Santos de Cartier en 1904, diseñado por el mismísmo Louis Cartier para su amigo, el aviador Alberto Santos-Dumont. Durante la Segunda Guerra Mundial, los relojes Flieger amplios y legibles se hicieron esenciales para los pilotos, demostrando cómo las necesidades funcionales pueden influir en el diseño.
Posteriormente, los conservadores años 50 y 60 vieron relojes más pequeños y elegantes, reflejando la moda y las preferencias estéticas de la época. Sin embargo, a finales del siglo XX, emergió una tendencia hacia relojes más grandes, con marcas como Panerai liderando con diseños audaces. Estos relojes simbolizaban poder y presencia, convirtiéndose en declaraciones de moda. Ahora, estamos presenciando un retorno a lo pequeño y minimalista, un cambio impulsado por un deseo de comodidad y una apreciación por lo clásico, marcando un ciclo completo en la historia de la relojería.
La respuesta de la industria
En la reciente feria Watches and Wonders en Ginebra, la industria relojera demostró su adaptación a la creciente demanda de relojes más pequeños. Marcas renombradas están introduciendo modelos más compactos, reflejando un cambio significativo en las preferencias de diseño. Por ejemplo, TAG Heuer presentó su Glass Box Carrera Chronograph ahora en 39 mm, inspirándose en los diseños originales de los años 60. Tudor lanzó su reloj de buceo Black Bay 54 en 37 mm, un guiño a su modelo original de 1954, mientras que Chopard revisó su L.U.C 1860 a 36,5 mm, y Cartier introdujo una versión de 35 mm de su emblemático Pasha.
Incluso marcas históricamente conocidas por sus diseños más grandes están haciendo ajustes. Panerai, famosa por sus relojes para muñecas poderosas, lanzó su Radiomir Quaranta en 40 mm, una reducción notable desde sus habituales 45-47 mm. Jean-Marc Pontroué, CEO de Panerai, destaca que esta nueva dirección ha atraído a un público más amplio, incluyendo un sorprendente 40% de compradoras mujeres. Este cambio no sólo responde a una moda, sino que también está siendo impulsado por una nueva generación de coleccionistas que buscan relojes más “usables” y versátiles. Además, esta tendencia hacia tamaños más pequeños está promoviendo un enfoque de neutralidad de género en el diseño de relojes, con marcas como Cartier y Audemars Piguet liderando el camino con modelos unisex más compactos.
Preferencias del consumidor y estilo de vida
La preferencia actual por relojes más pequeños es una tendencia impulsada no sólo por un renacimiento del estilo vintage, sino también por una nueva generación de consumidores. Según Danny Govberg, Presidente de WatchBox, la nueva ola de coleccionistas prefiere relojes “más ponibles” que los modelos más grandes y llamativos de generaciones anteriores. Este cambio está en consonancia con el aumento de la popularidad de diseños clásicos, como el Rolex Daytona de Paul Newman de 37 mm, cuya venta en 2017 por un récord de $17,7 millones de dólares reavivó el interés por los relojes icónicos de dimensiones reducidas.
Como señalábamos anteriormente, este interés en relojes más pequeños también refleja un cambio hacia la neutralidad. Las marcas están dejando de clasificar sus relojes por género, optando en su lugar por categorizarlos por tamaño, materiales y estilo. Justin Reis, CEO de WatchBox, observa una mayor demanda de relojes unisex y de tamaños más pequeños, con marcas como Cartier y Audemars Piguet liderando esta tendencia. La demanda de relojes más refinados y elegantes, pero aún con complicaciones de alta calidad, es evidente tanto en hombres como en mujeres. Guido Terreni, CEO de Parmigiani Fleurier, señala que incluso los relojes inicialmente diseñados para mujeres están atrayendo a coleccionistas masculinos, y viceversa, lo que indica un cambio hacia una apreciación más amplia de los relojes más pequeños y discretos.
Impacto en el coleccionismo y el mercado secundario
El mercado secundario de relojes está experimentando un cambio significativo en respuesta a la creciente demanda de relojes más pequeños. Aunque los precios de los relojes de lujo han fluctuado mucho desde 2022, la tendencia hacia tamaños más reducidos ha revalorizado ciertos modelos vintage, particularmente aquellos de diámetros menores a 40 milímetros. Esta revalorización se observa en marcas como Rolex y Patek Philippe, donde los precios de ciertos modelos clásicos, como el Datejust, han aumentado considerablemente, reflejando tanto el deseo de estilos más discretos como el atractivo duradero de los diseños clásicos.
Por otro lado, marcas como Omega están viendo un creciente interés en sus modelos tanto nuevos como antiguos. La popularidad de colaboraciones como la de Omega con Swatch para el MoonSwatch ha creado una nueva legión de aficionados a los relojes, lo que sugiere un cambio en las preferencias de los consumidores hacia modelos más accesibles y versátiles. Este interés renovado por los relojes más pequeños y elegantes está influyendo en la manera en que los coleccionistas adaptan sus carteras, buscando piezas que no sólo sean valiosas sino también adecuadas para una variedad de estilos de vida y ocasiones.
Conclusión
La tendencia hacia relojes más pequeños en 2023 no es un mero capricho de la moda, sino un reflejo de una evolución constante en la percepción de la elegancia y el lujo. Esta corriente, arraigada en la apreciación de lo clásico y lo minimalista, sugiere un cambio duradero en los gustos y preferencias de los consumidores. En el futuro, podríamos ver cómo esta preferencia por lo discreto y refinado continúa influyendo en el diseño de relojes, enriqueciendo la diversidad y la belleza en el mundo de la relojería de lujo.
Esta tendencia subraya la importancia de la adaptabilidad y la innovación en la industria, demostrando que el lujo y la sofisticación no se miden sólo en tamaño, sino en la habilidad para capturar la esencia del tiempo en formas cada vez más elegantes y sutiles. En definitiva, los relojes más pequeños son una manifestación de un lujo que evoluciona con nosotros, y un premio para las pacientes muñecas más delgadas, que también tienen derecho a ser felices.