¿Es Seiko todavía la mejor propuesta de valor?

Como bien saben, en LOFT somos fanáticos incurables del gigante japonés. Todo nuestro camino en el coleccionismo ha sido de la mano de grandes relojes de buceo SEIKO, y además de su diseño icónico, lo que todos tenían en común era esa capacidad única e inigualable de poder entregar un monstruo de reloj a un precio realmente accesible. Pero accesible en serio, no como cuando decimos que un Speedmaster de $5.000 USD es accesible, sino que estamos hablando de verdaderas leyendas por menos, a veces mucho menos, de $500 USD.

Octubre 5, 2022
Daniel Pinto

El volumen y expertise técnico de Seiko le permiten hacer relojes mecánicos 100% in-house a un costo muy bajo, por sus economías de escala, por lo que incluso se da el lujo de vender sus movimientos a otras marcas, siendo sus calibres automáticos y Mecaquartz algunos de los más usados en el universo de las microbrands. Pero han sido justamente esas micromarcas las que le han hecho la competencia fuerte a Seiko en los últimos años en la batalla por entregar la mejor relación calidad/precio. Su modelo de negocios directo al consumidor les permite evitar los costos del modelo tradicional y competir con los modelos de entrada de Seiko.

Por otro lado, la marca japonesa está embarcada hace ya algunos años, en una campaña de escalada de su visibilidad, de la calidad de su red de distribución, y por ende de sus precios. Los nuevos modelos incorporan cada vez más tecnología y nuevos calibres, además de materiales como la porcelana y cerámica, pero sus nuevos valores de entrada ya no están en los $300 USD, sino que empiezan en los $500 USD, con una gama media de $1.200 USD y hasta $5.000 USD por las referencias más exclusivas de la familia Prospex.

Nadie duda de que la calidad sigue siendo espectacular, pero pagar más de 1000 dólares por un Seiko es algo que muchos aún no logran concebir, un cambio demasiado brusco en la propuesta de valor de la marca en pos de elevar su posicionamiento. Vemos a Seiko en todas partes; eventos deportivos, embajadores de alto perfil, ediciones especiales en colaboración con marcas de streetwear, y campañas de marketing gigantes en las principales capitales del mundo. Incluso su red de boutiques propias ha crecido de forma exponencial, retirando de red de distribución a retailers que no cumplen con el nuevo estándar de lujo accesible que Seiko busca posicionar para defender esta nueva estructura de precios.

Todo esto tiene un costo, pero también tiene un riesgo. En esos rangos de precio entra de lleno a competir con algunas de las marcas suizas mas tradicionales, tales como Hamilton, Certina, Longines, e incluso Omega, quienes llevan siglos compitiendo en ese segmento del mercado y traen a la mesa una oferta muy potente en términos de calidad y sobre todo tradición y status. Incluso dentro del mismo catalogo Seiko, podemos encontrar relojes deportivos como el Seiko 5 Sports que van desde los 250 hasta un LX Line de $5.000 USD, lo que confunde al consumidor y puede disminuir la percepción de valor para quien está considerando invertir en alguno de los modelos de gama más alta.

En el otro lado del espectro, donde antes reinaba supremo, se han metido marcas como Baltic y Lorier, quienes por menos de $500 USD ofrecen diseño vintage lleno de nostalgia, pero también una calidad y especificaciones superiores a los Seiko comparables. Si bien nos encanta el look y espíritu de los 5 Sports, objetivamente están por debajo de lo que muchas de las micromarcas ofrecen por precio similar, y el hecho de que se haya retirado el legendario SKX007 no ha hecho más que alienar a los antiguos fanáticos que empezaron coleccionando gracias a ese modelo y lo transformaron en ícono, además de el pionero en la industria del modding.

¿Cómo nos deja entonces este nuevo Seiko?

Por un lado, estamos maravillados por la capacidad que ha tenido la marca de lanzar cada mes un reloj más espectacular que el anterior. Decenas de modelos inspirados en sus “greatest hits” han inundado el mercado, y en LOFT hemos probado y comprado varios de ellos, con mucha satisfacción, a pesar de que ha habido varios temas con el control de calidad. Simplemente, no hay nada que nos cause más mariposas que abrir esa pequeña cajita Seiko y redescubrir el amor por la marca y la capacidad que tienen de hacernos sentir como un aventurero de la vida. Además, esta estrategia de muchos lanzamientos ha permitido llegar a un público mucho más amplio que está descubriendo por primera vez este hobby gracias a los esfuerzos de productos y mercadeo de Seiko.

Por el otro lado, no podemos evitar sentir nostalgia y un poco de pena porque el Seiko que conocimos, el que tanto nos entregó en los 90 y 00, ya no existe ni volverá a existir. Ese encanto de ser una “joyita oculta” del lejano oriente, sumado a su indestructibilidad, diseño y credibilidad lo transformaron en la marca mas transversal de todas. Hay uno en cada colección del mundo. Sus precios eran realmente democráticos, lo que nos entregaba la libertad de usar y abusar de ellos sin mayor remordimiento. Hoy, eso cambió. El nuevo Seiko se empieza a parecer a sus pares de Suiza, y para nosotros que nos enamoramos precisamente porque era distinto, nos cuesta volver a mirarlo como antes.

Todo cambia, y cada quien tiene una opinión distinta al respecto de esta nueva era. Pero lo que nunca cambiará es que ninguna marca ha dejado una huella tan particular en este pequeño mundo como nuestro querido gigante japonés, desde Ginza al mundo, cada vez más rápido.

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