Nos pusimos técnicos relojeros

Nuestros seguidores nos lo pidieron, y aquí estamos: un artículo dedicado a desglosar los secretos de los relojes de manera simple y entretenida. Desde cómo funcionan hasta sus tipos y partes esenciales, nos pusimos técnicos relojeros para explicar todo lo que siempre quisiste saber, pero no te atreviste a preguntar. Porque entender tu reloj es disfrutarlo aún más.

Sabemos que los relojes son mucho más que simples accesorios extemporáneos. Son pequeñas obras maestras que combinan arte, historia y tecnología en partes iguales. Pero, entre nosotros, ¿cuánto sabes realmente sobre lo que pasa dentro de tu reloj? No worries, este no es un examen de conocimiento o algo parecido. En este artículo vamos a desarmar –figurativamente– la máquina relojera para que entiendas cómo funcionan, qué los hace únicos y por qué algunos valen más que un auto. Prepárate para un viaje técnico, pero entretenido.

Nos pusimos técnicos relojeros
Calibres o movimientos de Cuarzo, Mecánico de cuerda manual y Automático

¿Qué hace “tic-tac” en un reloj?

El corazón de todo reloj está en su movimiento, el mecanismo que hace que las agujas avancen. Hay tres tipos principales: cuarzo, mecánico y automático. El primero funciona con batería, el segundo depende de un resorte que se enrolla manualmente, y el tercero, más moderno, utiliza el movimiento de tu muñeca para mantenerse en marcha. Cada uno tiene su encanto, pero todos cumplen con una tarea: medir el tiempo con precisión.

¿Y cómo sabe el reloj cuánto debe avanzar? Todo se reduce a engranajes, espirales y, en algunos casos, circuitos. En los relojes mecánicos, la energía almacenada en el resorte principal se libera lentamente para mover las agujas. Los automáticos hacen lo mismo, pero con un rotor que gira cuando te mueves. En cambio, los de cuarzo tienen un cristal que vibra a frecuencias exactas gracias a una corriente eléctrica. Magia para algunos, pura ingeniería para nosotros.

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Las partes esenciales de un reloj

Un reloj es mucho más que una esfera bonita. Desde la caja, que protege el mecanismo, hasta el cristal, que mantiene la suciedad fuera, cada pieza tiene un propósito. La corona permite ajustar la hora, mientras que el bisel (en algunos relojes) sirve para medir tiempos específicos, como en los relojes de buceo. Y, claro, las manecillas, esos palitos incansables, van marcando sin parar el ritmo de tu vida… Ok, retomemos.

El fondo del reloj también tiene su gracia, especialmente si es transparente. Aquí es donde los relojeros muestran su arte, dejando a la vista el mecanismo. ¿Sabías que algunos relojes tienen más de 300 piezas ensambladas a mano? Ah, y no olvidemos la pulsera, que puede ser de acero, cuero o caucho, siempre adaptándose a tu estilo y la utilidad que le vas a dar al reloj. En cada detalle, una mezcla permanente de diseño y funcionalidad. Una maravilla.

Nos pusimos técnicos relojeros

Tipos de relojes: ¿Cuál es el tuyo?

Existen relojes para cada personalidad. ¿Eres aventurero? Probablemente un diver sea lo tuyo. ¿Un viajero empedernido? Entonces necesitas imperiosamente un GMT para mantenerte en dos husos horarios al mismo tiempo. Los cronógrafos son para los que aman cronometrar cada detalle –por ejemplo, el tiempo exacto que toma la leche en subirse o cuánto demora alguien en la ducha–, mientras que los dress watches son perfectos para eventos elegantes.

No olvidemos los relojes piloto, diseñados originalmente para aviadores, con esferas súper legibles, contrastadas, y coronas sobredimensionadas que facilitan su ajuste en pleno vuelo. También están los field watches, relojes robustos y prácticos creados para soportar condiciones extremas, con un diseño ultra utilitario. Cada tipo de reloj tiene su propio propósito, pero al final, todo se reduce a tu estilo y a lo que quieras transmitir, y transmitirte.

Nos pusimos técnicos relojeros
Jaeger-LeCoultre Reverso Hybris Mechanica Calibre 185 Quadriptyque con 11 complicaciones

Cuando las complicaciones son buenas

Una “Complicación” en relojería no significa problemas, sino funciones adicionales que un reloj puede tener. Las más comunes son la fecha y el cronógrafo, pero hay muchas, muchas más: fases lunares, calendarios perpetuos, alarmas, sonerías, indicadores de marcha y hasta indicaciones astronómicas. Estas no sólo hacen que el reloj sea más interesante, sino que demuestran la maestría de la casa relojera y sus artesanos.

Algunas complicaciones son verdaderas obras de arte. Piensa en un repetidor de minutos, que repica la hora con campanadas, o un tourbillon, diseñado para contrarrestar los efectos de la gravedad. Una locura. No son baratas, pero son pruebas de la dedicación y habilidad de los mejores relojeros del mundo. Si alguna vez puedes ver uno en acción, lo entenderás todo, incluso el precio.

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¿Por qué amamos los relojes?

Esta sección no es tan técnica, pero la creemos necesaria. Un reloj es muuucho más que un objeto funcional. Es una conexión con el tiempo y nuestra historia. Cada tictac nos recuerda que el tiempo es valioso, probablemente lo más valioso, pero fugaz. Además, los relojes nos permiten llevar un pedazo de diseño industrial e ingeniería en la muñeca, algo que pocos objetos pueden lograr.

Amamos los relojes porque cuentan historias, tanto las de sus creadores como las nuestras. Desde un modelo clásico que heredas de tu abuelo y cuidas como si fuera un bebé hasta un diver moderno, un beater todo terreno para tus aventuras acuáticas, cada reloj es un compañero único. Así que, si estás pensando en empezar tu colección o añadir otra pieza, recuerda que todo, pero todo, es mejor con relojes.

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