La capacidad de Panerai de innovar continuamente dentro de los límites de su ADN se pone de manifiesto con el PAM 312. Hay algunos relojes, pero no muchos, que son tan reconocibles al instante como un Panerai con su caja cojín. En este PAM 312, la caja cepillada y pulida mide 44 mm, tiene asas rectas y cuenta con el reconocible cierre de corona de palanca.
Por supuesto, el verdadero protagonista de un Panerai es su esfera y el PAM 312 no decepciona. La construcción de la esfera en forma de sándwich se extiende hasta la subesfera del pequeño segundero a las nueve; en el lado opuesto hay una ventana de fecha negra a juego con elementos rellenos de luz que hacen juego con los toques que se ven constantemente en la esfera y las agujas. Siguiendo el estilo tradicional de Panerai, la esfera opta por números arábigos grandes sólo en los tres cuartos de hora restantes, con marcadores más sencillos en cada posición restante, mientras que un par de agujas rellenas de lumen barren constantemente por encima y determinan el tiempo de funcionamiento.
El movimiento automático P.9000 que impulsa este reloj ofrece tres días de reserva de marcha y funciona a 4 Hz. Por suerte, Panerai muestra este movimiento a través de un fondo de caja de exposición. El PAM 312 es sorprendentemente discreto para un Panerai. Apreciamos el uso de Super-LumiNova de color tostado y el texto amarillento como un guiño respetuoso a la historia del gigante italiano.