Relojes y cócteles: La conexión entre relojería y mixología
Seamos sinceros, nadie usa relojes sólo para ver la hora. Los usamos porque nos hacen sentir como superhéroes, villanos o, al menos, como personajes principales en nuestras propias películas. Acá te traemos una mezcla explosiva: relojes icónicos y los cócteles que mejor les hacen justicia. Prepárate para un viaje que une relojería con mixología, porque la vida es demasiado corta para no disfrutar de ambos.
Don Draper y el Old Fashioned
Cuando pensamos en personajes que encarnan la elegancia y la sofisticación, Don Draper de Mad Men es uno de los primeros que vienen a la mente. Este publicista de la vieja escuela, que hizo que fumar y beber en la oficina pareciera casi respetable, es conocido por su impecable sentido del estilo, y por supuesto, su amor por el Old Fashioned. Draper lleva un Jaeger-LeCoultre Reverso en su muñeca, un reloj tan clásico como el cóctel que siempre tiene en la mano.
El Old Fashioned es un trago que ha resistido inalterable la prueba del tiempo, al igual que el Reverso. Con su combinación de whisky, un terrón de azúcar, y un toque de bitter, este cóctel es sencillo pero refinado, perfecto para acompañar un reloj que se remonta a los días en que la publicidad era un arte y los hombres vestían trajes a la medida todos los santos días. Si tienes un Reverso, prepárate un Old Fashioned, siéntate en tu sillón favorito, levanta una ceja y disfruta sentirte como todo un businessman.
James Bond y el Vesper Martini
Hablemos de James Bond, el espía que todos quisiéramos ser, o al menos, parecernos. Y si hay algo tan icónico como su Aston Martin o su impecable esmoquin, es el Vesper Martini, un cóctel tan mortal como su inventor, y tan exquisito como su inspiración, el personaje de Eva Green –suspiro–. Tres partes de ginebra, una de vodka y un toque de Kina Lillet, todo agitado, nunca mezclado, porque si algo hace Bond es ponerle su propio sello a todo.
Y claro, si hablamos de estilo, Bond jamás escatima en relojes. En Casino Royale, Daniel Craig retoma la tradición del espía con un Omega Seamaster 300M en la muñeca, un reloj que es a la vez resistente y elegante, capaz de soportar desde persecuciones en auto hasta inmersiones en aguas turbias, como los planes enemigos. Así que, si alguna vez te has imaginado como el próximo 007, agita un Vesper Martini, ajusta tu Seamaster y prepárate para salvar el mundo, o por lo menos, impresionar en tu próximo evento.
John Wick y el bourbon
John Wick no es el típico asesino a sueldo. Es un hombre de pocas palabras y muchos disparos, pero con un lado suave. Lo ves llorar por su perro y, al segundo siguiente, eliminar a una docena de mafiosos rusos sin pestañear. ¿Qué reloj lleva alguien con ese enorme síndrome de doble personalidad? Pues un Carl F. Bucherer Manero AutoDate, un reloj de vestir que, sorprendentemente, queda perfecto en la muñeca de alguien que podría asesinarte con un lápiz, y hacerlo con estilo.
¿Y su trago favorito? Bourbon, por supuesto. Un licor fuerte y sin rodeos, como Wick mismo. Si eres fan de este asesino vestido de riguroso negro, la próxima vez que te sientes a ver la saga completa de John Wick, asegúrate de tener un buen bourbon en la mano y un Bucherer en la muñeca. No te garantiza las habilidades de combate de Wick, pero al menos te hará sentir un poco más poderoso mientras acaricias a tu mascota.
Tony Soprano y el coñac
Tony Soprano es el capo di tutti capi, y su elección de reloj lo refleja perfectamente. En Los Soprano, Tony lleva un Rolex Day-Date de oro amarillo, el epítome del poder y el éxito. Este reloj es un símbolo de su estatus, y su asociación con el personaje es tan grande que en los foros relojeros se le conoce actualmente como “el Tony Soprano”.
Su bebida de elección es el coñac Rémi Martin VSOP, un licor que, al igual que su Rolex, es sinónimo de lujo. El coñac es una bebida que se toma con calma, permitiendo que los sabores complejos se desarrollen en el paladar, mientras que el Day-Date es un reloj que grita “¡Yo mando acá!”. Juntos, son la combinación perfecta para un hombre que necesita mostrar su poder y gozar los frutos de su éxito. Si alguna vez te sientes como el jefe de tu propio universo (o al menos, de tu sala de estar), un Rolex Day-Date y un buen coñac son las herramientas necesarias para dejar claro quién manda.
Conclusión
La relación entre relojes y cócteles va mucho más allá de la hora en la muñeca y el licor en la copa. Ambos son símbolos de estilo, elegancia y carácter, y cuando se combinan, pueden llevar tu experiencia diaria a otro nivel. Así que, la próxima vez que te pongas tu reloj favorito, asegúrate de tener a mano un cóctel que haga justicia a tu elección. Y recuerda que todo, incluso un buen “copete”, es mejor con relojes.