Rolex se define por los modelos icónicos de su catálogo, y ningún reloj -salvo quizás el icónico Datejust- representa mejor ese espíritu que el Oyster Perpetual.

En 2015, Rolex actualizó la línea Oyster Perpetual con una nueva opción de tamaño de 39 mm, ampliando la serie de nuevo tres años más tarde, y en el camino creando una sensación de culto clásico por su diseño simple y sublime y tamaño “sweet spot”. A finales de 2020, Rolex descontinuó el Oyster Perpetual 39 e introdujo el OP más grande en el tamaño ahora estándar de la marca de 41 mm. Si te perdiste este favorito de los coleccionistas la primera vez, aquí tienes la oportunidad de experimentar el Oyster Perpetual 39 en todo su esplendor.

¿Qué hace que el OP 39 sea tan atractivo? Es muy sencillo. Tiene la caja y el brazalete Oyster de acero Oystersteel con un cierre Oysterclasp, además de tres agujas de oro blanco sin fecha, marcadores de oro blanco aplicados y una corona en la esfera finamente ejecutada, una corona atornillada Twinlock y un brillante Chromalight azul. El reloj también carece de algunas de las firmas visuales de Rolex, como un bisel estriado o una ventana de fecha y el subsiguiente Cyclops, por lo que se siente estéticamente refrescante contra las ideas estereotipadas de lo que un Rolex puede y no puede ser.

En el interior del Oyster Perpetual 39 se encuentra el calibre automático 3132 de Rolex con certificado COSC, que ofrece una reserva de marcha de 48 horas y cuenta con la espiral Parachrom patentada por Rolex y el sistema de protección contra golpes Paraflex. Está a medio camino entre lo deportivo y lo elegante, y no teme llamar la atención por sus proporciones perfectas y su sutil fuerza.