Uno de los principales factores que han contribuido a la fama del Submariner a lo largo de las décadas es que el modelo ha permanecido relativamente inalterado durante toda su producción. Ha mantenido su filosofía de diseño principal: bisel negro, esfera negra, marcadores grandes y el icónico brazalete Oyster. Cualquier evolución ha sido sutil, ya que Rolex ha decidido mantener el núcleo del estilo del que fue pionero, que desde entonces se ha convertido en la principal influencia para todo el género de los relojes de buceo.

Presentado en 1987 como una de las primeras referencias de cinco dígitos de Rolex, el ref. 16610 en su debut marcó la siguiente generación del icónico Submariner, y es considerado de manera importante como una de las primeras referencias modernas de Rolex Submariner, rompiendo con la era vintage anterior. Con el último diseño de caja de Rolex, un bisel de aluminio y una resistencia al agua mejorada hasta los 300 metros (frente a los 200 metros), el diver de 40 mm por 13 mm demostró una vez más por qué la Corona ha liderado durante mucho tiempo el mercado en términos de combinar el diseño icónico con las mejoras tecnológicas graduales.

En la esfera, se muestra una esfera altamente legible producida en la configuración distintiva de buzo de Rolex, completa con una ventana de fecha ampliada a las tres, los marcadores de hora y las manecillas están provistas de lume, y una esfera oscura que contrasta con todo. Como se ofreció desde 1987 hasta la década de 2000, el ref. 16610 Submariner abarca el cambio en la Corona de material luminoso de tritio a LumiNova. Los primeros ejemplares se patinarán como si fueran un reloj de época, mientras que más tarde, después de 1997 aproximadamente, los números, los marcadores de hora y las agujas seguirán siendo de color blanco intenso.

En su interior, el 16610 cuenta con el calibre 3135 de Rolex, un movimiento automático con una reserva de marcha de 48 horas, un movimiento increíblemente fiable y de grado cronómetro utilizado ampliamente por la marca. El calibre está protegido por un sólido fondo de caja que ayuda a garantizar una resistencia al agua de hasta 300 metros (1.000 pies), y todo el reloj se sujeta a la muñeca mediante un brazalete Oyster de acero inoxidable con un cierre de seguridad a juego para evitar su apertura accidental.