Rolex Submariner: Un tesoro bajo el agua
Con un diseño simple y una resistencia al agua superior, el Rolex Submariner se convirtió en un símbolo de aventura para exploradores acuáticos y “terrestres” por igual. Veamos cómo este reloj de buceo, lanzado en 1953, se transformó en el reloj más deseado del mundo.
Orígenes del ícono
Cuando en Chile se firmaba el decreto que creaba el Banco del Estado y nuestra selección nacional se quedaba con el segundo lugar en el primer campeonato mundial de básquetbol femenino, año 1953, era lanzado el primer Rolex Submariner en la lejana y hermosa Helvetia, Suiza para los amigos. Un hito en la historia de la relojería pues fue uno de los primeros relojes de buceo verdaderamente impermeables, diseñado específicamente para ser utilizado bajo el agua. Un relojazo capaz de soportar profundidades de hasta 100 metros inicialmente, una cifra que con el tiempo y los avances técnicos ha aumentado hasta los 300 metros hoy en día. El “Sub” fue una respuesta directa a la creciente popularidad del buceo como deporte y actividad profesional, cumpliendo con las demandas de los cada vez más exigentes buzos. Y como si eso no fuese suficiente, en 1962, el Submariner queda para siempre impreso en el celuloide en la muñeca de Sean Connery en “Dr. No”, el primer filme de James Bond, consolidando su nuevo estatus de ícono cultural.
El diseño del Submariner fue una innovación no sólo en términos tecnológicos sino también estéticos. Su bisel giratorio unidireccional y su corona con triple sistema de seguridad, junto con una esfera altamente legible, por contraste y luminiscencia, hicieron de este reloj una herramienta fantástica para cualquier tipo de inmersión. Ayudó mucho también a su popularidad su temprana adopción por parte de unidades militares y exploradores submarinos, como el gigante Jacques-Yves Cousteau, legendario explorador marino, capitán del igualmente famoso Calypso. A medida que la fama del Submariner crecía, se fue convirtiendo en un símbolo no sólo de aventura, sino también de prestigio, llegando a las muñecas de oficinistas y celebridades. Esta dualidad, de ser un reloj herramienta y un símbolo de estatus, ha sido clave para su perdurabilidad y éxito.
Fundamentos del diseño
Una de las características principales del diseño del Rolex Submariner es haber dado en el clavo tanto en el aspecto funcional como en el estético. Es un reloj sencillo, con una esfera principalmente negra que contrasta con unos marcadores luminiscentes destacados, unas manecillas características también contratantes, y una ventana de fecha con lupa que simplifica la lectura de la hora y de la fecha en cualquier momento y lugar. De esta manera el reloj asegura una legibilidad a toda prueba, lo que es fundamental para el buceo. Con el paso de los años, Rolex se ha dado el lujo de introducir nuevas variaciones, incluyendo modelos con o sin fecha, y distintas combinaciones de colores y materiales, como el famosísimo “Hulk” con esfera y bisel verde, obviamente, especial para los de carácter irascible.
Rolex no descuidó ningún detalle en el diseño del Submariner: cristal de zafiro ultra resistente, corona con triple sellado Triplock, brazalete Oyster con cierre de seguridad y sistema de extensión Glidelock (para ajustar el reloj sobre el traje de látex), y un largo etcétera. Estas cada vez más costosas características, combinadas siempre con un movimiento automático de manufactura y alta precisión, hacen del Submariner un reloj imbatible en su campo.
Este lienzo que creó Rolex ha evolucionado continuamente desde su lanzamiento. Los modelos más recientes incorporan el bisel Cerachrom, fabricado en cerámica que ni Hulk podría rayar, y el movimiento calibre 3235, un motor que durará mucho más que nosotros mismos, manteniendo casi con total seguridad una precisión brutal. Estas innovaciones son parte del proceso de mejora constante al que nos tiene acostumbrado Rolex, pero es notable que lo haga manteniendo un diseño tan consistente, tan sólido en todos los aspectos: dimensiones, materiales, funcionalidad, tecnología, estética. Muy probablemente esta sea la razón de su éxito arrasador.
Influencia en la industria
A pesar de no ser el primer reloj de buceo, el Submariner estableció el estándar definitivo, creando el blueprint en el cual toda la industria relojera se iría a inspirar, estableciendo las expectativas de lo que un reloj deportivo debería ser, cumplir y soportar. La integración de la funcionalidad con un diseño sencillo, pero elegante, incluso sofisticado, ha permitido que el Submariner trascienda su uso original como herramienta de buceo para convertirse en un símbolo de estilo. Celebridades, deportistas y exploradores lo eligieron por su fiabilidad y su diseño atemporal, lo que lo ha mantenido más que relevante en el mercado de los relojes de lujo durante décadas.
Como sucede a menudo en la industria relojera, la influencia del Sub se ha proyectado sobre otras marcas, “inspirando” a muchos fabricantes a crear sus propias versiones. Su diseño ha sido un modelo a seguir, y su éxito ha demostrado, desde muy temprano, la viabilidad comercial de los relojes deportivos de alta gama. Además, la presencia del Submariner en películas, en la muñeca de personajes icónicos como James Bond, ha ayudado a consolidar su imagen como un reloj que combina elegancia con acción –extremadamente valorada en nuestra hiperquinética época–.
Esto último es un ejemplo innegable del impacto cultural del Submariner desde su lanzamiento. No existe marca en el mundo que no tenga su “versión” de Submariner, no hay fábrica china o turca que no fabrique sus clones. El deseo que despierta este reloj es tan grande, que no alcanza a ser satisfecho con los Subs que produce Rolex. Ese deseo tiene una explicación: es mucho más habitual verlo en muñecas de altos ejecutivos que acompañando a buzos profesionales (que se sirven actualmente de computadoras portátiles de muñeca mucho más poderosas), y esto tiene que ver con su estatus de símbolo de logro, de éxito económico, de hito cumplido. Para muchos, no hay mejor símbolo de éxito que un Rolex Submariner.
Presente y legado
Por todo lo expuesto anteriormente, el Submariner sigue siendo, junto al Daytona, el modelo más reconocido y codiciado de Rolex. Regularmente actualizado con las últimas tecnologías y los materiales más avanzados, el Submariner sigue marcando el estándar en términos de funcionalidad y estilo en relojes de buceo, por supuesto, pero también en relojes deportivos en general. Su presencia en la cultura popular es permanente y su aceptación en los círculos de la alta relojería, rompiendo algunos récords de cuando en cuando, hablan de un legado que va más allá de su mera funcionalidad. El Submariner ya es una pieza de colección, de historia de la relojería, un compañero para toda la vida, o vidas, pasando de una generación a otra. Una inversión que crece en el tiempo, algo que está reservado sólo para los grandes relojes.
El legado del Submariner está asegurado por su capacidad para adaptarse a los tiempos sin perder su esencia. Su diseño icónico lo ha convertido en el reloj preferido por los ladrones de todo el mundo, desgraciadamente, pero porque es inconfundible, desde lejos. A pesar de eso, habemos muchos que estamos dispuestos a arriesgarnos a portar con valor un Submariner en cualquier lugar y en cualquier momento, porque si de íconos hablamos, no existe otro más grande. Esperamos que Rolex nos entregue nuevas variaciones en el futuro próximo, queremos tener más opciones, ¿más tamaños quizás? Sería interesante un diámetro más parecido a los Subs de los comienzos, sin protectores de corona, ¿por qué no? Soñar no cuesta nada. El sueño del Submariner sí, bastante.