En 1963 Rolex lanza al mercado un reloj con cronógrafo que se transformaría en un controvertido ícono de la industria horológica, símbolo de estatus e inconfundible objeto de deseo.
La década de 1970 fue una época dorada para los cronógrafos mecánicos. Desde los icónicos cronógrafos de automovilismo producidos por Heuer hasta los austeros cronógrafos militares producidos por Hamilton, Precista y CWC, la década produjo una increíble cantidad de piezas vintage únicas.
Sin embargo, algunos de los cronógrafos vintage más geniales actualmente en el mercado de segunda mano provienen de Japón, especialmente de Seiko.